Según los vecinos de la zona, durante la mañana alrededor de siete patrulleros de la Policía llegaron a la zona motañosa de Capillitas con el claro objetivo de desalojar el acampe de los asambleístas, quienes habían cortado el camino para que no ingresen maquinaria y combustible para el proyecto minero en exploración de la empresa Agua-Rica.
Tras ser desalojados, los vecinos de Choya volvieron al pequeño pueblo -cuenta con menos de quinentos habitantes- para protestar por el avance policial. Los propios policías descendieron del cerro y, según se observa en las imágenes, reprimieron la manifestación con balas de gomas: varias personas debieron ser trasladadas de urgencia al centro médico zonal.
En tanto, los asambleístas también denunciaron que la Policía arrestó a una manifestante (Karina Orquera) y no brindó información sobre su paradero.
El diario El Ancasti publica sobre los enfrentamientos, que desde la Policía informaron que las unidades que estuvieron trabajando en la zona de Minas Capillitas regresaban a la ciudad de Andalgalá, cuando un grupo de “antimineros” bloquearon la ruta para impedirles el paso y, mediante "emboscada", comenzaron a agredir a los vehículos y a los uniformados con palos y piedras, dejando 5 policías heridos y dañando las unidades móviles.
"Ante ello, los efectivos procedieron a descender de las unidades y conformar una formación para realizar el despeje, por lo que un grupo de sujetos comenzó a lanzar piedras contra los uniformados, lo que motivó que se realicen disparos con cartuchos antitumultos al piso y al aire para lograr disuadir a los manifestantes”, indicaron desde la fuerza de seguridad.
Por las agresiones, los policías realizaron denuncias penales contra los ambientalistas.
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